viernes, 22 de julio de 2011

LOS CONCEJALES DELEGADOS DE LOS BARRIOS

Los concejales se van de barrios

El PP divide la ciudad en 15 áreas y asigna cada una de ellas a un concejal para que supervise, negocie y defienda las necesidades de cada distrito • Cristino Díez será el encargado de supervisar esta política


Estreno y guiño a Castañares. La Junta de Gobierno se celebró ayer en el Centro Cultural de Castañares, en el que el Ayuntamiento de Burgos ha invertido 600.000 euros y que cuenta con numerosos espacios multiusos.
Luis López Araico
Á. M./ Burgos
Lo de la división de la ciudad en distritos (algo que permitiría -y recomienda hacer- la aplicación de la Ley de Grandes Ciudades en la que Burgos está inmersa) va a ser que no. El PP ya ha explicado que eso cuesta dinero y que no están las arcas para bollos. Más bien para pan duro, y con suerte. A cambio, y cual placebo, al menos hay dos instalaciones muy alejadas del número uno de Plaza Mayor que ya han acogido sendas juntas de Gobierno durante la legislatura Lacalle.
El primero fue el viejo Ayuntamiento de Gamonal, y el segundo ha sido el Centro Cultural de Castañares, municipio que constituye la única entidad local menor vinculada a Burgos capital. Allí se reunió ayer la guardia pretoriana del alcalde para airear asuntos «de trámite», tal y como explicó su segundo de a bordo, Ángel Ibáñez, y, ya puestos, informar de qué concejales van a hacerse cargo de qué barrios.
Dejarán de llamarse ‘concejal tutor’ para ser ‘concejal delegado’, lo que no es tanto un cambio de denominación como un manifiesto de intenciones. Se trata de que cada uno se convierta en la correa de transmisión con los consejos de barrios y dé la cara frente a sus compañeros para lograr que cada concejalía satisfaga los requerimientos vecinales.
«Ya se ha tomado acuerdo interno y en los próximos días se firmará el Decreto para nombrarlos», explicó Ibáñez, quien situó en la persona del ex de SI Cristino Diez la responsabilidad de coordinar la política de barrios, sin abundar demasiado en qué se supone que hará Cristino exactamente, al que le ha caído Cortes en el reparto. Porque no, no será el negociador con Gamonal, de eso se seguirá encargando Ibáñez, que en su condición de concejal de Fomento tendrá mucho que explicar, negociar y comprometer con los vecinos a cuenta del cacareado ‘Plan Gamonal’ que, insisten en el equipo de Gobierno, será el primer asunto de calado en echar a andar este mandato.
Capiscol, que también debería estar metido en el ajo del susodicho planeamiento, será cosa de otro ilustre, el superconcejal de Cultura Fernando Gómez. Los otros tres concejales-coordinadores se harán cargo de San Cristóbal (donde hay que echar a andar el ARI a mediados de lesgilatura) y Villímar, en el caso de Gema Conde, el G-2, Parque de los Poetas y el entorno de Alcampo, en este caso para Salvador de Foronda, y San Pedro y San Felices y San Julián para Carolina Blasco.
Ana Lopidana (responsable de Acción Social) gestionará las demandas de la barriada Illera, el Plan Jerez y Pozanos; María José Abajo (Juventud) repite con San Pedro de la Fuente y Castañares; Santiago González Braceras (Obras y Vías Públicas) asume La Ventilla y barriada Yagüe; Bienvenido Nieto (Instalaciones de Recreo) Villalonquéjar, Sagrada Familia y el entorno del Hospital General Yagüe; Eduardo Villanueva (Patrimonio Municipal y NNTT) velará por Huelgas, Villatoro y la zona en expansión de Cellophane; Dolores Calleja (Licencias) repite en el Crucero y Vista Alegre; Marisol Carrillo (Mujer) se queda con El Pilar, Sedera y Parallillos; Esteban Rebollo (Movilidad) asume Villafría y Cótar -los dos barrios más alejados de la capital quedan bajo el ala del responsable del transporte público- y, por último, José Antonio Antón (Festejos) responderá ante los vecinos del centro y Villagonzalo Arenas.
Fuente: Diario de Burgos