El 86% de los parados jóvenes no tiene titulación universitaria
Solo 772. De las 5.896 personas de entre 16 y 30 años que buscaban trabajo el año pasado en la provincia, solo 772 habían pasado por la Universidad.
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Infografía: Carlos García
Gadea G. Ubierna / Burgos
Cada vez es más frecuente escuchar que los jóvenes con titulación universitaria están engrosando las listas del paro en mayor proporción que otros colectivos que no llegaron a cursar estudios superiores, algo que en la provincia de Burgos no se cumple del todo. De hecho, el porcentaje de diplomados o licenciados en busca de trabajo suponía en 2010 el 14% del total, mientras que el 86% restante lo conformaban, en su mayoría, jóvenes que dejaron su formación mientras cursaban la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o nada más terminarla, según el informe del Mercado de Trabajo de los Jóvenes que elabora cada año el Observatorio de las Ocupaciones, un organismo dependiente del Ministerio de Trabajo. Así, del total de 5.896 parados jóvenes que había en 2010, solo 772 habían pasado por la Universidad.
Aunque el perfil del parado cambia con mucha rapidez y los datos más recientes de los que dispone este observatorio son del año pasado, podría decirse que los universitarios son el colectivo con menor tasa de desempleo de la provincia. Ahora, también es cierto que la diferencia con los graduados en Formación Profesional es cada vez menor porque si el año pasado hubo 772 licenciados o diplomados que se inscribieron en la lista del paro, el número total de graduados en FP que hicieron lo mismo no fue mucho más elevado, apenas setenta jóvenes más.
Este es el motivo principal de que el número de matrículas en los ciclos de FP se haya incrementado en los últimos años en un porcentaje muy superior al tradicional. El curso pasado, por ejemplo, el aumento fue del 10% y se prevén unas cifras similares para este. De hecho, y según fuentes oficiales, en la provincia de Burgos ya hay más alumnos de FP que de Bachillerato, algo que hace una década sería impensable. Hay que tener en cuenta que la Formación Profesional ha estado bastante desprestigiada en España hasta ahora, cuando las cifras del paro indican que es un colectivo con una tasa moderada de paro y de relativamente buena inserción. Por ejemplo, en el mismo informe oficial se muestra que en 2010 se hicieron 7.114 contratos a jóvenes con esta formación práctica frente a los 4.483 que firmaron quienes cuentan con titulación universitaria, tanto de ciclo medio como del superior.
Otro dato llamativo al comparar ambos grupos, los parados que han pasado por la Universidad y los que optaron por la FP, se observa en el primer grupo, donde hay muchas más mujeres que en el segundo. Esto puede explicarse porque la proporción de mujeres universitarias es muy superior a la de hombres en muchas titulaciones, por lo que tiene lógica que haya más diplomadas y licenciadas entre los demandantes de empleo. Y, en este sentido, puede ser que los ciclos de Formación Profesional sean todavía hoy más atractivos para los hombres que para las mujeres.
Esta circunstancia, en cambio, no tiene correlación en las estadísticas relativas a los contratos efectuados porque en el ámbito de los titulados universitarios las mujeres consiguieron casi el triple de los contratos: 3.111 frente a 1.340 firmados por hombres de hasta 29 años. A pesar de ello, hay más mujeres jóvenes en las listas del paro y, sobre todo, en la franja de 25 a 29 años, que es también la que concentra a la mayoría de los parados de larga duración.
En secundaria
En cualquier caso, el informe del Mercado de Trabajo de los Jóvenes revela que de los 5.896 parados de entre 16 y 29 años que hubo en 2010 en la provincia, un total de 3.827 no había pasado de la ESO o, lo que es lo mismo, el 63’9% de los jóvenes que buscan trabajo. Dentro de este grupo, el estudio elaborado por el observatorio revela que casi la mitad (1.453) ni siquiera terminaron esta etapa, porque aparecen en el nivel de aquellos que tienen los estudios pero no el título acreditativo, del que sí disponían otros 1.177 jóvenes.
Más preocupante es el hecho de que en Burgos hay casi un millar de jóvenes de entre 16 y 29 años que, a juzgar por la estadística, no tienen estudios de ninguna clase, ni siquiera primarios. Este dato resulta sorprendente porque en España es obligatoria la escolarización hasta los 16 años y, aunque puede darse el caso de que un adolescente abandone al cumplir esta edad sin haber conseguido terminar la ESO después de repetir varios cursos, es muy raro que no haya conseguido terminar la etapa de educación primaria.
Según explicaron fuentes del organismo autor del estudio, en esta categoría se engloba a todos los que o bien no terminaron los estudios primarios o, en la mayor parte de los casos, a todos los que no tienen convalidados sus títulos. Son muchos los extranjeros menores de 29 años que estudiaron en sus países de origen, pero que al llegar a España se encuentran con que la formación no está homologada y tienen que hacer las convalidaciones pertinentes. Este proceso es, según distintas fuentes, bastante largo, por lo que es frecuente que en los informes del colectivo de jóvenes así como en el de extranjeros haya un dato sorprendetemente alto en la categoría de ‘sin estudios’.
Fuente: Diario de Burgos
Aunque el perfil del parado cambia con mucha rapidez y los datos más recientes de los que dispone este observatorio son del año pasado, podría decirse que los universitarios son el colectivo con menor tasa de desempleo de la provincia. Ahora, también es cierto que la diferencia con los graduados en Formación Profesional es cada vez menor porque si el año pasado hubo 772 licenciados o diplomados que se inscribieron en la lista del paro, el número total de graduados en FP que hicieron lo mismo no fue mucho más elevado, apenas setenta jóvenes más.
Este es el motivo principal de que el número de matrículas en los ciclos de FP se haya incrementado en los últimos años en un porcentaje muy superior al tradicional. El curso pasado, por ejemplo, el aumento fue del 10% y se prevén unas cifras similares para este. De hecho, y según fuentes oficiales, en la provincia de Burgos ya hay más alumnos de FP que de Bachillerato, algo que hace una década sería impensable. Hay que tener en cuenta que la Formación Profesional ha estado bastante desprestigiada en España hasta ahora, cuando las cifras del paro indican que es un colectivo con una tasa moderada de paro y de relativamente buena inserción. Por ejemplo, en el mismo informe oficial se muestra que en 2010 se hicieron 7.114 contratos a jóvenes con esta formación práctica frente a los 4.483 que firmaron quienes cuentan con titulación universitaria, tanto de ciclo medio como del superior.
Otro dato llamativo al comparar ambos grupos, los parados que han pasado por la Universidad y los que optaron por la FP, se observa en el primer grupo, donde hay muchas más mujeres que en el segundo. Esto puede explicarse porque la proporción de mujeres universitarias es muy superior a la de hombres en muchas titulaciones, por lo que tiene lógica que haya más diplomadas y licenciadas entre los demandantes de empleo. Y, en este sentido, puede ser que los ciclos de Formación Profesional sean todavía hoy más atractivos para los hombres que para las mujeres.
Esta circunstancia, en cambio, no tiene correlación en las estadísticas relativas a los contratos efectuados porque en el ámbito de los titulados universitarios las mujeres consiguieron casi el triple de los contratos: 3.111 frente a 1.340 firmados por hombres de hasta 29 años. A pesar de ello, hay más mujeres jóvenes en las listas del paro y, sobre todo, en la franja de 25 a 29 años, que es también la que concentra a la mayoría de los parados de larga duración.
En secundaria
En cualquier caso, el informe del Mercado de Trabajo de los Jóvenes revela que de los 5.896 parados de entre 16 y 29 años que hubo en 2010 en la provincia, un total de 3.827 no había pasado de la ESO o, lo que es lo mismo, el 63’9% de los jóvenes que buscan trabajo. Dentro de este grupo, el estudio elaborado por el observatorio revela que casi la mitad (1.453) ni siquiera terminaron esta etapa, porque aparecen en el nivel de aquellos que tienen los estudios pero no el título acreditativo, del que sí disponían otros 1.177 jóvenes.
Más preocupante es el hecho de que en Burgos hay casi un millar de jóvenes de entre 16 y 29 años que, a juzgar por la estadística, no tienen estudios de ninguna clase, ni siquiera primarios. Este dato resulta sorprendente porque en España es obligatoria la escolarización hasta los 16 años y, aunque puede darse el caso de que un adolescente abandone al cumplir esta edad sin haber conseguido terminar la ESO después de repetir varios cursos, es muy raro que no haya conseguido terminar la etapa de educación primaria.
Según explicaron fuentes del organismo autor del estudio, en esta categoría se engloba a todos los que o bien no terminaron los estudios primarios o, en la mayor parte de los casos, a todos los que no tienen convalidados sus títulos. Son muchos los extranjeros menores de 29 años que estudiaron en sus países de origen, pero que al llegar a España se encuentran con que la formación no está homologada y tienen que hacer las convalidaciones pertinentes. Este proceso es, según distintas fuentes, bastante largo, por lo que es frecuente que en los informes del colectivo de jóvenes así como en el de extranjeros haya un dato sorprendetemente alto en la categoría de ‘sin estudios’.
Fuente: Diario de Burgos
