jueves, 13 de octubre de 2011

EL P.P. EN EL AYUNTAMIENTO DE MAL EN PEOR

Seis millones del programa Urban peligran y quedan supeditados al plácet de Madrid

Por no invertirlos. Esa cantidad se puede perder en subvenciones si no se invierte antes de final de 2013. Al menos cuatro proyectos varados y con dinero consignado están detrás del problema


diariodeburgos.es

Á.M. / A.R. / Burgos

«Este tinglado está cada vez peor». Se lo dijo el PSOE al equipo de Gobierno municipal en el Pleno extraordinario celebrado en diciembre del 2009. El «tinglado» es el Plan Urban, un proyecto europeo de regeneración de zonas concretas de las ciudad que Burgos consiguió en 2008 por un importe de 11,7 millones de euros, la mitad de lo que cuesta el Arena, de los que el 70% lo aporta Europa.
Y «está cada vez peor» venía a cuento de una modificación de la cartera de proyectos asignados a esta planificación; los que iban a recibir ese dinero. El lanzamiento de los planes E (y la consecuente alteración de las inversiones previstas en el centro histórico y su perímetro, que es la zona a la que se ciñe el Urban) así como la constatación de que algunas inversiones no se podrían realizar ni en tiempo ni en forma, caso de la frustrada cobertura del Monasterio de San Juan, estaban detrás de aquellos «vaivenes».
Es precisamente ahí, en el tiempo y la forma, donde residen las claves de un problema que el Ejecutivo local trata de resolver a contrarreloj para no tener que dar muchas, muchas, muchas explicaciones de por qué se ha perdido una subvención multimillonaria con la que está cayendo. Las condiciones del Urban son, entre otras, temporales, y obligan a acometer las inversiones antes de que finalice 2013. Pues bien, hay cuatro de ellas que «no tienen buena pinta» pero sí importantes partidas Urban consignadas.
Se trata, por ejemplo, de la reconversión de la vieja estación de ferrocarril en la ‘ciudad de las artes’, proyecto para el que se anunció una inversión de casi 200.000 euros en proyectos de los que nada se sabe. Poco comparado con los cuatro millones del programa reservados a las obras.
También entran en ese saco las conexiones verticales entre el centro y el Castillo, concretamente el ya frustrado ascensor que estaba previsto construir entre la Llana y Fernán González para iniciar el itinerario mecánico parcialmente operativo tras abrir el ascensor del albergue de peregrinos y las escaleras de Saldaña.
Otra de la que nunca más se supo es la creación en Plaza de España de una suerte de intercambiador de autobuses que implementaba la posibilidad de mejorar el aspecto de la plaza actuando sobre las marquesinas de hormigón y su entorno más inmediato. Nada nuevo, salvo que se reservó un millón de euros Urban para hacerlo.
Por último, estaba previsto destinar al menos 750.000 euros más a la remodelación del Victoriano Crémer para albergar un Centro de Acción Social (CEAS), pero allí siguen estudiando los adultos y, al no estar previsto su traslado, se pensó en el edificio de calle San Juan que alberga transitoriamente el TSJ y la Audiencia, organismos que deben mudarse en breve a su restaurada sede del Palacio de la Isla. Sin embargo, Justicia ni siquiera ha contestado a la petición del Ayuntamiento para que el inmueble sea transferido a la ciudad. Así que este proyecto tampoco tiene fuste para ser dado por hecho antes de que expire 2013.
En total, y a pesar del mutismo sobre este particular que mantiene el Plan Estratégico, que es quien se encarga de gestionar estos fondos pese a que fueron otorgados al Ayuntamiento, hay como mínimo siete millones de euros sin ejecutar y sin justificar de dinero del Urban. La última vez que se dijo algo fiable sobre el asunto fue en abril de este año, anteayer si tenemos en cuenta que ha habido elecciones y nueva Corporación. Fue que se habían justificado 3,8 millones, lo que implica que ocho más están por redefinir, de los que el 70% (cerca de 6 millones) son subvención pura.

al ministerio a rogar. Conscientes que perder una subvención millonaria, aunque solo sea en parte, supondría un escándalo indefendible paralelo a las estrecheces inversoras que acechan a la ciudad, el Ejecutivo de Lacalle trabaja para reubicar el dinero y destinarlo a otros proyectos alternativos que cumplan con los objetivos del Urban «y que estén en ejecución para justificar la inversión», en palabras del vicealcalde Ángel Ibáñez.
El primer movimiento va a ser una reunión que tendrá lugar el próximo viernes 21 de octubre con la Dirección General de Fondos Comunitarios del Ministerio de Economía y Hacienda, que es quien tutela las subvenciones, aprueba los proyectos, los visa y concede las subvenciones en nombre de la Unión Europea.
El propio alcalde, Javier Lacalle, el vicealcalde Ibáñez, el titular de Hacienda, Salvador de Foronda, y el director gerente del Plan Estratégico, Mario Sanjuan, ultiman estos días la propuesta para la que pretenden el visto bueno del Ministerio. Si no lo logran, el problema será mayúsculo.
Aunque, siguiendo la tónica que parece ley en el Plan Estratégico sobre el qué y el cuánto, nadie quiere hablar de casos concretos, este periódico sabe que una parte de ese dinero se quiere destinar a pagar parte de lo que el Ayuntamiento debe poner para equipar el Palacio de Congresos y Auditorio. También se ha estudiado la posibilidad de aumentar el dinero consignado para la reforma de La Isla (ya se dedicaron a tal fin 900.000 euros del Urban), y poco más.
Eso sí, tanto Ibáñez como Foronda y Sanjuan se apresuran a garantizar que «no se va a perder un solo euro», pero las condiciones del Urban son estrictas y en esta ocasión está muy claro que todo depende de la voluntad de un tercero. Y no es que los ministerios acostumbren a moverse a marcha ligera.     

Fuente: Diario de Burgos