sábado, 1 de septiembre de 2012

ESTO SUELE PASAR CUANDO LAS COSAS SE HACEN MAL


Un informe técnico complica la tala de chopos en Fuente Prior

Indica que la venta de la madera es un «bien patrimonial» cuya venta no se puede vincular en el concurso para cortar los árboles
J. MAIQUES / Burgos
La Concejalía de Medio Ambiente  del Ayuntamiento de Burgos ha encontrado en la rigurosidad de la propia administración el gran obstáculo para poder talar las 10 hectáreas de chopos del entorno de Fuente Prior que, al encontrarse enfermos o retorcidos por un crecimiento incontrolado, entrañan un riesgo importante de desplomarse contra el suelo y, por consiguiente, representan también un peligro para los viandantes.
El problema viene dado porque un informe técnico, del que ha tenido conocimiento este periódico, echa por tierra los planes de Medio Ambiente de realizar un concurso público en el que el adjudicatario, tras cortar los árboles, se convierta de inmediato en el propietario de la madera cortada. Una idea que había diseñado el departamento que dirige Carolina Blasco para financiar la mitad del coste de la tala con la venta anticipada de los troncos (son chopos madereros cuyo valor medioambiental es nulo).
Dicho con cifras, el Ayuntamiento solo tendría que realizar un desembolso de 40.000 euros y no necesitaría disponer de los 80.000 que cuesta realizar la tala. Un problema en apariencia menor pero que, dado lo ajustadas que están las partidas presupuestarias, podrían retrasar la actuación. Algo que Blasco no quiere posponer ya que su objetivo es iniciar los trabajos en octubre o noviembre y que en esos meses desaparezcan los árboles que entrañan mayor riesgo. Y es que, lo que se persigue es que la tala comience cuanto antes y evitar así que ese potencial peligro persista durante meses en los que la adversidad climática pueda provocar el derrumbe de algunos ejemplares (todos ellos con más de 30 años).
Así las cosas, el informe técnico se apoya en que la madera resultante de la tala es un «bien patrimonial» cuya enajenación no puede estar vinculada a la tala. Es decir, que debe tener la posibilidad de comprarla cualquier ciudadano. Cosa que antes no podría suceder ya que solo podrían adquirirla aquellos que también dispongan de los medios para cortar los chopos.
Es por esto por lo que la edil de Medio Ambiente se plantea ahora la posibilidad de firmar un convenio con Tragsa (empresa que realiza trabajos que le encomiendan las administraciones) para que realice la tala y se quede con la madera. Lo que sucede es que, en este caso, la concejal podría volver a encontrarse con un informe similar a este último que también prohiba la enajenación de la madera por esta procedimiento. Y entonces, a la Concejalía de Medio Ambiente solo le quedarían dos opciones: intentar que se le asignen 80.000 euros para afrontar el pago en estos meses o esperar al próximo año para disponer de partida.

Fuente: Correo de Burgos