Malos augurios de los comerciantes locales ante la liberalización de las "rebajas"
J.A.L. / Burgos - viernes, 04 de enero de 2013
Las asociaciones del Centro Histórico y de Gamonal han decidido mantener el calendario tradicional • El perjuicio, para el consumidor
Las asociaciones de comerciantes de Burgos creen que la liberalización del término ‘rebajas’ supone, más que una ventaja, un perjuicio para el consumidor. Los representantes de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Burgos y de la Zona G de Gamonal coinciden en asegurar que las grandes cadenas van a aprovechar la medida para vivir en «constantes rebajas» y engañar a los clientes con el producto.
La gerente del grupo de comerciantes del centro, Belén Marticorena, se muestra extrañada por la decisión del Gobierno, para la que no han debido preguntar «ni a comerciantes ni a asociaciones de consumidores». Explica Marticorena que, con el sistema tradicional de rebajas de fin de temporada, «el cliente podía conocer el precio anterior y el actual de un producto, y se garantizaba que la prenda era de temporada». Ahora, con la liberalización de uso del término, «las grandes franquicias van a vivir 365 días al año de rebajas, en las que va a ofrecer ropa desfasada como si fuera actual», añade David Ruiz, presidente de Zona G.
En opinión de Belén Marticorena, «la calidad se va a resentir, porque los márgenes de ganancia se van a limitar y los fabricantes tendrán que rebajar sus costes». «No será posible, como ahora se buscaba y se controlaba, diferenciar una rebaja de fin de temporada de un saldo, una promoción o una liquidación», añade. Para explicar a las claras en qué puede degenerar la medida, Ruiz recuerda los comercios «que llevan varios años de liquidación».
Contrarios a esta decisión, los comerciantes de Burgos han decidido mantener los dos periodos tradicionales de rebajas, empezando el de otoño-invierno el 7 de enero, que se prolongará hasta finales de febrero. El de primavera-verano será en julio y agosto.
Por último, David Ruiz confía en que las rebajas ofrezcan buenos resultados, toda vez que las ventas en la campaña navideña han sido «muy bajas».
La gerente del grupo de comerciantes del centro, Belén Marticorena, se muestra extrañada por la decisión del Gobierno, para la que no han debido preguntar «ni a comerciantes ni a asociaciones de consumidores». Explica Marticorena que, con el sistema tradicional de rebajas de fin de temporada, «el cliente podía conocer el precio anterior y el actual de un producto, y se garantizaba que la prenda era de temporada». Ahora, con la liberalización de uso del término, «las grandes franquicias van a vivir 365 días al año de rebajas, en las que va a ofrecer ropa desfasada como si fuera actual», añade David Ruiz, presidente de Zona G.
En opinión de Belén Marticorena, «la calidad se va a resentir, porque los márgenes de ganancia se van a limitar y los fabricantes tendrán que rebajar sus costes». «No será posible, como ahora se buscaba y se controlaba, diferenciar una rebaja de fin de temporada de un saldo, una promoción o una liquidación», añade. Para explicar a las claras en qué puede degenerar la medida, Ruiz recuerda los comercios «que llevan varios años de liquidación».
Contrarios a esta decisión, los comerciantes de Burgos han decidido mantener los dos periodos tradicionales de rebajas, empezando el de otoño-invierno el 7 de enero, que se prolongará hasta finales de febrero. El de primavera-verano será en julio y agosto.
Por último, David Ruiz confía en que las rebajas ofrezcan buenos resultados, toda vez que las ventas en la campaña navideña han sido «muy bajas».
Fuente: Diario de Burgos
