domingo, 9 de junio de 2013

ALGO HUELE MUY MAL EN EL PP

Los 300 espartanos y los nueve imputados

Esteban González Pons, durante un mitin.
Esteban González Pons, durante un mitin.
  • Los 300 de González Pons combaten contra los 9 diputados del PP imputados
  • Rajoy ha logrado que nadie le incomode preguntándole qué pasa con Blasco
La situación del PP en la Comunidad Valenciana ha llevado a uno de sus más ilustres dirigentes, Esteban González Pons, a realizar una sugestiva incursión en la Historia Antigua. El vicesecretario de Estudios y Programas ha equiparado al PP valenciano con los 300 espartanos que en el año 480 antes de Cristo lucharon heroicamente en la batalla de las Termópilas contra el Ejército persa, integrado por cientos de miles de soldados que comandaba el temible Jerjes. El episodio volvió a la actualidad en 2007 gracias a la espectacular y exitosa película '300' dirigida por Zack Snyder.
Los 300 de González Pons no combaten en realidad contra el ejército de los partidos de la izquierda valenciana liderados por Mónica Oltra, la dirigente de Compromís célebre por sus camisetas reivindicativas. Los 300 de González Pons combaten contra los 9 diputados del PP de las Cortes Valencianas imputados por corrupción y al mando del comandanteRafael Blasco. Y, de momento, van perdiendo. Blasco y los suyos se han atrincherado en el Paso de las Termópilas y los 300 del PP no son capaces de quitárselos de en medio.
El Gobierno del PP valenciano pide 11 años de cárcel para el diputado del PP Rafael Blasco pero no es capaz de suspenderle de militancia ni de expulsarle del partido. Blasco está acusado de desviar dinero público de la cooperación al desarrollo para ONG creadas por sus amiguetes. A este punto han llegado las cosas en la política valenciana y española. A este punto han llegado las cosas en el PP. Fabra quiere meterle en la cárcel, pero no le expulsa del partido. Él sigue desafiante en su escaño. Una realidad política extravagante, escandalosa e insólita en cualquier país democrático.
No obstante el PP tiene suerte. Y no digamos Mariano Rajoy, capaz de ir a Valencia tan tranquilo sin antes reunir al Comité de Derechos y Garantías para –qué menos- abrir expediente a un militante a quien la Fiscalía pide 14 años de cárcel y sus compañeros de partido 11. El presidente del PP ha logrado el milagro de que nadie le incomode preguntándole qué pasa con Blasco y el resto de los nueve altos cargos imputados por corrupción en el PP valenciano. Incluidos los alcaldes de Castellón y Alicante. Tan desahogada se muestra la dirección del PP que se permiten el lujo de pedir la dimisión de José Blanco, también imputado aunque socialista.
Los 300 espartanos de Leónidas perecieron en las Termópilas. En el lugar de la batalla, los turistas pueden ver aún hoy una lápida que dice: "Viajero, ve y anuncia a Esparta que yacemos aquí por obedecer sus leyes". Si los 300 de González Pons no son capaces de vencer a los nueve imputados por corrupción y todos los que puedan venir, a lo mejor después de las elecciones en la sede del PP pondrán una lápida que diga: "Viajero, ve a España y anuncia que yacemos aquí por no haber sido capaces de hacer respetar las leyes".

Fuente: Diario el Mundo.es