sábado, 8 de junio de 2013

UN BORRADOR QUE NO SIRVE AL CIUDADANO

El borrador de la nueva red: entre codos y rasgones
Este domingo, por fin, hemos podido ver por donde van los tiros en lo que a la nueva red de transporte urbano se refiere. Un documento al que ha tenido acceso este periódico, decía Diario de Burgos. ¿No debería haber sido el propio SAMYT quien debería darlo a conocer por si algún vecino desea opinar al respecto? Empieza a cansar que aquel ciudadano que quiere saber qué se hace con el dinero de todos, cómo se gestionan los servicios o cómo se tratan los bienes que son de todos parezca un estorbo para los dirigentes públicos.
Nos hemos tomado la libertad de plasmar el plano del Diario en uno de Google. El resultado es mucho menos elegante que el del rotativo, pero puede servir para hacernos una idea, dado el reducido tamaño de la versión publicada en Internet.


Este borrador no nos ha decepcionado. Nuestras expectativas respecto a la nueva red eran muy reducidas y había poco margen para empeorarlas. Ya hemos comentado alguna vez que era imposible una reforma de la red que no supusiera un recorte para alguna zona dado que la flota no se ha ampliado en los últimos años.
La red de autobuses es un traje que se ha quedado pequeño a una ciudad que ha crecido, y se pretende, con la misma o menos tela, que siga sirviendo. No es de extrañar que las costuras tengan demasiada tensión y que empiecen a aparecer desgarrones y agujeros.
Eso que llaman recortes.
El plan de paradas ya nos dio pistas, muy poco halagüeñas, con una supresión desmesurada en Río Vena, San Juan de los Lagos y el Plantío, entre otras zonas. El caso de Río Vena es sangrante: es habitual ver viajeros que toman el autobús en dirección al G-3 o G-2. Un barrio con una densidad de población notable, con un gran centro cívico y un centro de salud, cuyas paradas serán Avenida de Castilla y León- Comisaría, Severo Ochoa- Castilla y León o las de Eloy García de Quevedo. Llega a ser perverso que las nuevas líneas bordeen el barrio por la calle Los Canales sin ninguna parada.
San Juan de los Lagos también sale mal parado: sus alternativas, si es que se pueden considerar así, es la nueva parada de Islas Canarias, entre Loudum y Pessac, o bien irse a García de Quevedo.
Los residentes de la calle Cervantes, aquellos valientes que aun contemplen el autobús como modo de desplazamiento, podrán elegir San Agustín o el Bulevar. Muy cómodo para ir, pero luego la pendiente hacia abajo es hacia arriba.
El Plantío también se nos queda aislado. El Estadio y la Plaza de Toros están más o menos accesibles desde la Calle Vitoria. Sin embargo, los usuarios de las piscinas o las pistas de tenis, harán buenos largos desde y hasta las paradas de autobús más cercanas, o mejor dicho, menos lejanas.
Son recortes que afectan a paradas que funcionan y dan servicio, y por mucho que desde el Ayuntamiento se diga lo contrario, hacer caminar cinco minutos (cuando no sean más) supone una merma de calidad del servicio, y un riesgo de que el usuario acabe por no utilizar el transporte público.

¿Recorridos más lógicos?

En algunos casos, los cambios de itinerarios no han sido a mejor. Se han introducido codos, tramos con giros que podrían haberse resuelto con itinerarios rectos.
Así, es un poco dudoso que sea lógico o ágil ir del Polígono Docente al Hospital Universitario pasando por la rotonda de Vicente Aleixandre- Severo Ochoa.
Tampoco tiene mucho sentido que en vez de girar de Esteban Sáez de Alvarado a Carretera de Poza directamente, la línea 1 vaya hasta Avenida de Castilla y León. ¿Qué gamberradas hacen los alumnos del Instituto Diego Marín Aguilera a los autobuses para que se queden sin parada?
El más sorprendente de todos es el recorrido a Villafría. En lugar de circular por la calle Vitoria, irá por Avenida Constitución, Avenida Eladio Perlado, García Lorca y Juan Ramón Jiménez para salir a la Calle Vitoria. Un desvío absurdo que supondrá un incremento de viaje (lo contrario a lo que se supone consigue la reforma).
Tampoco Villatoro tendrá una conexión más ágil al Centro que ahora. El desviarse al Hospital Universitario puede tener sentido, ya que ahora, aun estando más o menos cerca, Villatoro está aislado del Hospital. Más discutible es bajar hasta la Plaza de Bilbao para continuar por Avenida de la Paz y terminar en la Plaza de España. Un posible motivo sería que así se conecta la Avenida de Cantabria con el Hospital, pero el perjuicio para los usuarios de Villatoro es claro.

Las líneas más usadas, castigadas.

Parece que no se ha tenido en cuenta lo que funciona bien, las líneas más usadas, como la 2 (Barriada Illera – Carretera de Arcos), 6 (Plaza de España – Polígono G-9), 13 (Gamonal- Hospitales) o 45 (Carretera de Arcos – Eladio Perlado), que son eliminadas, quedando opción de trasbordo con otra línea, o en el peor de los casos, trasbordo con el tren de San Fernando.
Por el contrario, resulta triste ver que se mantiene la conexión entre Gamonal y el Polígono Industrial de Villayuda, a pesar del sonoro fracaso de la línea 20.

La calle Vitoria: riesgo de saturación.

Las nuevas líneas 1 (Carretera de Arcos – Villímar – Estación) y 11 (Parque de Europa – Gamonal) serán las únicas que recorran la calle Vitoria en su extensión. Según informó el Diario, la suma de ambas dará una frecuencia de 7 minutos, la misma que la actual línea 1. Sin embargo, otras líneas, como 8, 11 y 80 hacen (y dejarán de hacer) un recorrido equivalente, absorbiendo la demanda. Habrá una reducción en la oferta, agravada por la supresión de las líneas de Eladio Perlado, conexión rápida entre el corazón de Gamonal y el Centro.
Tal reducción de oferta puede conducirnos a un escenario de saturación de demanda en la calle Vitoria. De hecho, habría que preguntarse qué tipo de vehículos se usarán en esas líneas. Los articulados no parecen muy prácticos para moverse por San Pedro y San Felices ni por el Parque de Europa. Si por el contrario, se usan solo autobuses estándar, el riesgo de saturación será aún mayor.
Por otro lado, será un reto mantener una buena frecuencia entre los autobuses de las nuevas línea 1 y 11 en el tramo común, dado que en el extremo Nordeste habrá tres cabeceras (Gamonal, Villímar y Estación de Ferrocarril). Obviamente, es más difícil coordinar autobuses cuando no salen del mismo punto; esperamos que no se solapen y haya efectivamente 7 minutos entre autobús.
El gran rasgón: la margen izquierda del Río Vena.
Visto el plano, sólo quedarán dos corredores paralelos al Río Vena: la calle Vitoria y Condesa Mencía-Conde Lucanor. La Avenida de Castilla y León solo tenía una línea con un viaje cada hora, pero no dejarse sin nada. Menos aún cuando la única opción, la nueva línea del Bulevar, no sirve para ir al Centro. Porque el Bulevar no es el Centro.
Lo más sensato habría sido mantener un corredor, bien la Avenida de Castilla y León, bien Averroes y Juan de Ayolas.
Al menos, han hecho una conexión que propusimos en su día: de Vistalegre a Capiscol por Casa la Vega. Solo que según nosotros esa conexión daba continuidad a la línea Carretera de Arcos – Eladio Perlado, y no a una mezcla dudosa entre ésa y la línea del Bulevar.
Perdiendo conexiones directas.
Carretera de Arcos perderá su unión directa con las cercanías del Hospital Universitario, al igual que Gamonal, Ventilla y zona de Hacienda. En algunos casos, las líneas que se pierden funcionaban muy bien, tenían muchos usuarios.
La conexión entre el Campus de San Amaro y Gamonal también se ha perdido, quedando como alternativa la línea del Bulevar. Una alternativa relativa, porque es lo suficientemente lejos como para suponer una pérdida de comodidad pero no tanto como para que sea sensato tomar dos autobuses.
Dado el nuevo recorrido de la línea del Bulevar, sería interesante una nueva parada a la altura del Puente de Malatos. Daría servicio a la Escuela de Enfermería, en el futuro a las nuevas instalaciones universitarias, y en todo caso, podría servir a los vecinos de los alrededores.
En resumen, un borrador de una red que afectará a muchos vecinos, que perjudicará a bastantes zonas y que presenta deficiencias. La simplificación no justifica estos recortes y la mejora de frecuencia en algunos tramos conlleva pérdidas de servicio en otras. Será imposible disponer de una buena red de transporte público mientras no haya una adecuada flota.
Fuente: Burgosenbus