jueves, 29 de agosto de 2013

NUNCA LOS AUTOBUSES URBANOS DIÓ TANTO QUE HABLAR

«La idea del nuevo mapa de buses no es mala, pero el papel lo aguanta todo»


Á.M / Burgos - jueves, 29 de agosto de 2013


Luis Crisantos • Presidente del comité de empresa de Autobuses Urbanos

Lleva media vida (22 años) conduciendo los buses en los que se mueven cada año más de 13 millones de viajeros. No hay línea, turno u horario que no haya pasado por sus manos, ni tampoco modelo de vehículo con el que no haya tenido que lidiar. Así que Crisantos, que tiene delegada la representación legal (elegido por la lista de CCOO) de sus compañeros, es voz autorizada para buscar una opinión en el engranaje de un Servicio que está de moda, y no precisamente por la tranquilidad que transmite a los ciudadanos. Hace una excepción ante una situación excepcional.
Nunca autobuses urbanos dio tanto que hablar. En los últimos meses, y alimentada por el frustrado intento de comprar a Madrid vehículos muy deteriorados, la polémica sobre la gestión de uno de los servicios públicos vitales para los ciudadanos ha escalado a la cima del debate social y político. Entre el silencio del Ejecutivo y las críticas de la oposición, buscamos la opinión de quienes mejor conocen los intestinos del transporte público, y lo hacemos a través de su legítimo representante.
¿Hay motivos para estar preocupados por la situación de Autobuses?
Evidentemente los hay, sobre todo por el futuro que se presenta en relación a la flota. Todos sabemos que el rénting vence en 2016, que no tiene opción de compra y que la flota propia ya tiene unos años. No son excesivos porque hemos tenido autobuses con más años y funcionaban, pero es evidente que ya no están en el estado  idóneo para prestar el servicio.
¿Las averías de los vehículos actuales son tan frecuentes como parece?
No. Estos vehículos funcionan 365 días al año, así que no es inusual que haya averías normales. Lo que sí es verdad es que el mantenimiento debería ser más detallado en cuanto a los reglajes. Si se hicieran habitualmente se evitarían averías.
Fuente: Diario de Burgos
¿Cuál es entonces el problema con el mantenimiento?
Hay varios. Uno es que están (los buses) 18 horas en la calle y se meten en cocheras a las once y media hasta las seis de la mañana. Durante ese periodo no hay servicio de mantenimiento porque la UTE solo presta servicios durante el día, con lo cual es más difícil que haya un mantenimiento continuo. Y más desde que se ha dado a la UTE el mantenimiento de toda la flota y a nuestros trabajadores propios (siete oficiales en activo) se les privó de responsabilidades y no tienen acceso ni siquiera a la herramienta, así que hacen cosas muy básicas.
Así que tenemos a siete trabajadores municipales que están mirando.
Pues prácticamente. Todos los materiales pasaron a propiedad de la UTE y no tenemos herramienta propia.
Usted ha conocido los dos sistemas: mantenimiento público y mantenimiento privado. ¿Cuál diría que ha funcionado mejor?
Como ciudadano lo que tengo claro es que si contratamos a un intermediario para la explotación, ese intermediario tiene que tener algún beneficio porque lo contrario no tendría sentido. Así que entiendo que si eliminamos al intermediario el coste debería ser inferior. Las cifras de lo que costaría comprar una flota propia y lo que nos cuesta el alquiler ya son conocidas, con el añadido de que la flota ahora no es nuestra.
¿Hay un riesgo real de que algún día pase algo serio con un autobús?
No. Puede pasar, pero no es algo que vaya implícito en la situación actual del servicio. Pero hay cosas que se podrían evitar. Un ejemplo: los autobuses del rénting vienen dimensionados para el recorrido que van a hacer. Si hay pendientes se libera un poco más de potencia y, si son trayectos muy llanos, menos. Esto se programa en una tarjeta y se programaron todas para recorridos llanos buscando un ahorro en combustible. Pero llega el verano y con el aire acondicionado los motores van mucho más forzados. En primera ni salen, así que cuando vamos a incorporarnos a un cruce nos la vamos jugando. Igual algunas averías vienen por ahí.
¿El comité de empresa, los empleados, en definitiva, se sienten escuchados por los responsables de Samyt?
Mi capacidad dentro del Consejo es limitada: tengo voz, pero no tengo voto. Fuera de dar mi opinión puedo hacer poca cosa. Emito informes con la esperanza de que caiga en algún sitio donde mis sugerencias pueden ser atendidas.
¿Y qué tal le va?
Bueno, digamos que no tenemos mucho éxito.
¿En su cabeza cupo lo de comprar buses retirados por Madrid?
No. Además tengo referencias de Madrid, sabía del estado de los vehículos y me sorprendió, como a todos. El comité es el último que se entera; la mayoría de la información la recojo de los medios. Ya tuvimos esa experiencia. Cuando terminó la Expo de Sevilla se compraron de allí dos ‘ivecos’ (una marca de autobuses) de segunda mano y fueron un caos, no funcionaron dos días seguidos. Llevaban muchísima electrónica y no había personal capacitado para ese tipo de vehículos. Antes nos defendíamos porque teníamos a nuestros mecánicos. Y sí, las averías más grandes las llevábamos a talleres externos, pero es que la UTE también lo está haciendo ahora. No veo la diferencia. Bueno sí, de la otra manera el único coste era el salario del trabajador.
¿Les consultaron el nuevo mapa de líneas?
Se nos ha informado después de todas las consultas con los vecinos y cuando ya tenían el proyecto realizado. A partir de ahí se supone que tendríamos que aportar sugerencias, pero la oposición ha hecho las suyas y no sabemos hacia dónde deriva todo esto. Yo tengo mis reservas de que todo esto llegue a funcionar.
¿Por qué?
El proyecto es de una envergadura colosal. Entiendo que la ciudadanía aún tiene que decir mucho. El papel lo soporta todo, pero después hay que ponerlo en la calle, y eso no es tan fácil.
¿Cuál es la opinión de los trabajadores sobre lo que ya es conocido?
No nos disgusta porque entendemos que serían unos trazados más fáciles de realizar y los tiempos mejores. En principio la idea es buena, pero después habrá que entrar a valorar los detalles.
Tienen ustedes un índice de ‘interinidad’ altísimo...
Sí, y nos hemos quejado de que no se convoquen las plazas en todas las reuniones con la empresa. La ‘interinidad’ afecta a uno de cada cuatro conductores. Somos personal laboral y antaño se hacía una especie de oposición pero no se publicaba, y así estamos todos los veteranos. Hubo un momento en el que se empezó a plantear la privatización del Servicio. Lo que los equipos de gobierno igual no querían era aumentar el número de opositores dentro del servicio. Y desde entonces se ha seguido el mismo procedimiento.
¿Tienen el temor de que detrás de esta situación se pretenda una privatización?
Sí, creemos que es así. Cuando tú quieres vender algo que no es tuyo tienes que convencer al dueño de que está mejor en otras manos, y el dueño de este servicio son los burgaleses. La interinidad no tiene otra explicación.
¿Tienen ustedes una de las profesiones más ‘perras’ del mundo?
Para mí sí. Cuando entré al servicio me dijo un trabajador: ‘aquí el buen carácter te va a durar un año’. Creo que no aguanté el año. El 99% de la gente es excepcional y educada. Pero hay un 1% que no. Con ese porcentaje, si muevo 500 personas al día tengo cinco enfrentamientos diarios. Al ser trabajadores públicos parece que todo el mundo nos paga el salario, y yo creo que mi salario me lo gano: no puedo ir al servicio cuando lo necesito, no puedo distraerme dos segundos, soy responsable de las personas que llevo y ahora al parecer también lo soy de las averías del vehículo.
¿Y eso?
Pues mira, yo mismo tengo un expediente abierto por dos incidentes con un vehículo. Me lo ha abierto el Samyt. Dirán que los trabajadores causamos desperfectos. Hay que tener en cuenta que en el contrato de mantenimiento se determinó que no cubrían actos de vandalismo ni negligencias, así que si pueden imputar al trabajador una negligencia lo cobran ‘por fuera’.
También se dice que tienen ustedes ‘poca paciencia’...
Somos personas normales y corrientes, pero es cierto que a veces la gente confunde la amabilidad con tener prerrogativas. Hay quien cree que una sonrisa equivale a abrir en el semáforo porque tiene prisa, pero tienes que hacer tu trabajo de forma profesional. Y hacer cumplir las normas no sienta bien, pero existen. Te llaman de todo cuando haces cumplir las normas.
¿Qué es más apropiado: parar en la rotonda de acceso al Hospital o meter los autobuses dentro del complejo?
Yo creo que el proyecto se debió diseñar con el autobús dentro del recinto. No entiendo un hospital que no contemple la accesibilidad como prioridad. Es la risa. Entrar y salir de esa rotonda en las horas punta va a ser complicado y puede haber retenciones importantes. Sé que están haciendo obras, pero nadie nos ha pedido opinión a los conductores.
¿Se queda con ganas de decir algo?
Pues que hace años pedimos tres aseos públicos en las cabeceras de más afluencia (plaza España, Islas Canarias y El Cid). Se colocó el de Islas Canarias y nada más. Nos gustaría que en la reestructuración se tenga en cuenta que somos personas.

Fuente: Diario de Burgos