viernes, 20 de diciembre de 2013

LOS ÚNICOS CUMPABLES SON: REBOLLO, LACALLE E IBÁÑEZ, QUE DEBERÍAN DIMITIR

El PP culpa a todos del aplazamiento del nuevo mapa de autobuses

Tacha la gestión de Rebollo de mala pero reprocha a oposición y vecinos no haber detectado la inviabilidad del proyecto por falta de recursos
C. MORENO / Burgos
El aplazamiento sine die de la remodelación del mapa de autobuses urbanos es culpa de todos. De quienes están al frente de la gestión, el titular de Transporte, de la oposición que negoció cómo cubrir la ciudad  y de los vecinos que reclamaron y exigieron que el bus no obviara su barrio. Con esta tesis, expuesta ayer por el vicealcalde y portavoz, Ángel Ibáñez, el equipo de gobierno trata de echar balones fuera en un proyecto que lleva demasiados años tratando de salir adelante y siempre acaba enquistado.
Después de meses de negociaciones, movilizaciones vecinales y trabajo de los técnicos el mapa de autobuses que el alcalde, Javier Lacalle, comprometió que entraría en vigor el 1 de enero de 2014 vuelve al dique seco. Las razones que esgrime el PP es que el proyecto es inviable con los actuales recursos. Pero no desvela cuándo será posible tener más medios porque a corto plazo no contempla ampliarlos.
Con este panorama el vicealcalde se limita a repetir una y otra vez el mensaje de que no se cuestiona al concejal del área, Esteban Rebollo,  aunque sí se reconoce que no «ha sido una buena gestión» y que el proyecto de transporte urbano «no tiene encaje con los recursos actuales». La misma indefinición prevalece a la hora de determinar cuándo se podrá retomar el documento, si se va a partir de cero o se aprovecharán algunos de sus principios. Tampoco despeja la incógnita sobre qué pasará con las nuevas paradas que se estaban construyendo y que ahora quedan obsoletas porque el autobús mantendrá su actual itinerario.
Ibáñez se limitó a señalar ayer que la responsabilidad de lo ocurrido es de todos los que participaron en la elaboración del nuevo mapa del bus, que no fueron conscientes de que su proyecto «quedara fuera de dimensión y creyeran que era posible».
Fuente: Correo de Burgos