domingo, 2 de noviembre de 2014

CUANTO SE HABLA SIN SABER

La ensalada de la izquierda

H. Jiménez / Burgos - domingo, 02 de noviembre de 2014
Asociaciones, partidos y plataformas del ámbito progresista burgalés debaten posibles pactos electorales de cara a las municipales de 2015 con la incógnita de Podemos como detonante y la confianza en un gran resultado
 
A finales de septiembre un correo electrónico se difundió como la pólvora entre militantes de partidos políticos, representantes públicos, afiliados de base y simpatizantes de movimientos sociales vinculados a la izquierda burgalesa. Una iniciativa de nueva creación, bajo el nombre de Ganemos, que nació en Cataluña y que ya se ha extendido a otras ciudades del país, convocaba a conformar una «plataforma electoral municipal».
Aquello quería ser un proyecto de confluencia y logró reunir en su primera cita a una treintena de personas. A título personal o representando a sus organizaciones por allí pasó gente de varios partidos ya consolidados, caras conocidas y ciudadanos más o menos anónimos. Se lanzó sin tapujos el objetivo de presentarse a las elecciones municipales de 2015. Pero más allá de ese planteamiento, los cimientos organizativos no quedaron demasiado claros.
La irrupción de la alternativa de Ganemos se produjo justo cuando Podemos, la formación de Pablo Iglesias, que vive subida a una ola mediática y de creciente apoyo popular (según todas las encuestas), debatía su propio modelo de organización y la propia conveniencia de presentarse a o no a las elecciones municipales. Aprovechó ese momento de incertidumbre para colarse entre el mar de fondo de los movimientos de la izquierda local.
Tras la victoria de las tesis del propio Iglesias, que abogaba por estructurarse en torno a un único secretario general, Podemos no se presentará a las municipales salvo raras excepciones (quizá en las grandes capitales) para no quemar su marca antes del gran reto de las elecciones generales, así que sus bases, nutridas de la indignación y el rechazo a los partidos de «la casta», deben buscar una alternativa. Ahí trata de pescar Ganemos.
Marco Antonio Manjón, su portavoz, define su movimiento como «un proyecto político que quiere crearse desde las bases, sin grupos estructurados ni piramidales». Apela al espíritu del 15-M como inspirador y destaca la elección de quienes serán sus candidatos «mediante listas abiertas y sin planteamientos de partida». Eso es, a su juicio, lo que les diferencia de todo lo existente hasta ahora.
Ante las acusaciones de falta de concreción, algo que decepcionó a algunos de los asistentes al primer encuentro (al segundo ya no asistió Podemos) Manjón admite que «pecamos de ingenuos» pero añade que lo hicieron «voluntariamente» en pos de ese espíritu aperturista para «conformar un frente común».
 Quién sabe si ahí entrará Podemos. El Círculo de Burgos, que este jueves celebró su última asamblea, tiene bastante claro que no se presentará con su propia marca a los comicios locales pero aún no sabe cómo resolverá la intención de buena parte de sus bases de tener presencia política en las elecciones. Óscar Domingo, portavoz del Círculo, advierte que «lo afrontaremos en un proceso que será largo, que tendremos que planificar y en el que habrá varias propuestas sobre el terreno». Habla del mes de diciembre como fecha para decidir y añade que «en paralelo» seguirán de cerca la evolución del fenómeno de Ganemos.
En medio de tanto revolucionario, curiosamente Izquierda Unida aparece como el partido más convencional. Con muchos años de experiencia a sus espaldas, heredero del histórico PCE, ha sido siempre el referente progresista a la izquierda del PSOE pero funciona como una formación a la vieja usanza con sus militantes, sus órganos de dirección y sus cargos internos elegidos entre un pequeño grupo de gente.
 
¿un frente popular? Es, en cualquier caso, el único ingrediente de esta ensalada que cuenta actualmente con representación institucional y el más visible a nivel local es su concejal en el Ayuntamiento de Burgos. Raúl Salinero, escéptico ante todos estos movimientos en busca de coaliciones. 
Él defiende el trabajo propio, la trayectoria de IU y subraya que por el momento su formación está «a la espera de ver cómo se desarrolla» lo que algunos ya han definido como un nuevo Frente Popular, al estilo del de la Segunda República. No se sabe qué pasará en los dos próximos meses con las multitud de corrientes que tratan de converger o de pelear por su espacio electoral, pero Salinero ya apunta su opinión: «Una gran coalición de izquierdas sería un error. Está bien tener espacios de encuentro, pero formar una candidatura es peliagudo».
En Izquierda Unida están acostumbrados a trabajar de una forma, han vivido muchos años de travesía del desierto intercalados con unas pocas alegrías, y todo lo han hecho a su manera. Por eso son reacios a que ‘advenedizos’, gente de otros partidos, más radicales, sin precedentes de gestión en las instituciones y que serían una incógnita manejando presupuestos millonarios como el del Ayuntamiento, puedan aprovecharse ahora de su labor de oposición.
Aseguran en IU que están dispuestos a ceder «su experiencia» para trabajar con asociaciones o plataformas en busca de un proyecto común. Sin embargo, conformar unas listas conviviendo con ‘extraños’ ya serían palabras mayores. En cualquier caso, en la sede de Fernán González tampoco se cierran por completo a ello, conscientes de que ante un momento de debilidad del Partido Popular estas nuevas corrientes podrían obtener un resultado histórico adelantando incluso a los socialistas, y no precisamente por la derecha.
Dicen que muy próxima a IU, e incluso directamente detrás de ella como una especie de ‘marca blanca’, está Burgos Decide, movimiento que busca apoyos en las redes sociales a un manifiesto donde se llama a «lanzar un proceso abierto a toda la ciudadanía para imaginar la Burgos que queremos, que nos merecemos. Un proceso para empezar a redactar un programa común que saque lo mejor de sus barrios y su gente».
El cóctel de ríos sociopolíticos que confluyen hacia mayo de 2015 incluye también a Equo, impulsora de Ganemos que sigue funcionando con marca propia a la espera de ver si cuaja, así como la Asamblea Ciudadana, los supervivientes de Democracia Real Ya surgida directamente del 15-M, la Asamblea de Gamonal, las plataformas sanitaria o educativa, la recién creada por el Desarrollo y el Empleo, la PAH e incluso Izquierda Anticapitalista, un grupo no muy numeroso pero activo, revitalizado tras las protestas de Gamonal en enero y que por el momento ha tomado el control de Podemos, para recelo de los más moderados.
Por ahí asoma también el Partido Castellano (PCAS), un clásico en busca de pactos que le proporcionen mayor fortaleza. Ya ha concurrido en fórmulas similares (lo hizo en las elecciones comunitarias integrado en Primavera Europea), y el pasado fin de semana, en su III Congreso Nacional, se mostraba dispuesto a entrar en alguna coalición. Su secretario de Organización, Luis Marcos, descarta casi por completo entrar con Ganemos o Podemos, «aunque nunca se puede decir nada definitivo».
Mientras todo  se resuelve, la política municipal sigue su curso enfrascado en las últimas semanas hábiles. Yel concejal Raúl Salinero reflexiona:«Estamos empleando mucho tiempo en debatir entre nosotros propuestas, en reunirnos, en ver quién se presenta, quién no, y cómo. Entre tanto, el PP está muy cómodo». 
Todo se decidirá en tres meses, algunas decisiones importantes quedarán para después de final de año, y más de uno escuchará las campanadas de la Nochevieja dándole vueltas a cómo resolver el puzzle político del lado zurdo.
Fuente: Diario de Burgos