domingo, 30 de noviembre de 2014

UNA REFORMA LABORAL QUE NO HA SERVIDO PARA NADA.

La reforma laboral apenas reduce el paro y el empleo que genera es precario

G.G.U. / Burgos - domingo, 30 de noviembre de 2014
Idéntico desempleo. En los dos últimos años ha habido altibajos, pero las cifras actuales son casi iguales a las previas
 
 
Transcurridos más de dos años desde la entrada en vigor de la Ley de Reforma Laboral ya es posible medir su eficacia a través de una serie de datos consolidados que, al menos en lo que a Burgos se refiere, solo permiten llegar a una conclusión: las medidas han tenido escasa o nula repercusión en la reducción del paro y, aunque es cierto que han generado empleo e incluso incentivado la contratación, tampoco se puede perder de vista que ha sido a costa de fomentar la temporalidad y, por lo tanto, la precariedad laboral. Es decir, la provincia tiene ahora 312 parados más que en junio de 2012, justo antes de que se publicara la nueva normativa en el BOE; ha perdido 3.200 personas en edad activa y 6.384 afiliados a la Seguridad Social. Por contra, se puede decir que a fecha del pasado junio se habían firmado 5.861 contratos más que en el mismo período del año en comparación (los seis primeros meses de 2012), pero solo 400 fueron indefinidos. Esto es, solo el 7,62%.
La Ley de Reforma Laboral se aprobó el 7 de julio de 2012 con unos objetivos muy concretos, que se citan con palabras textuales a continuación y cuya consecución es cuando menos discutible si se contraponen datos de períodos previos y posteriores a la aprobación y publicación del texto en el BOE. Diario de Burgos analiza a continuación las más relevantes. 
 
Principales objetivos de la reforma laboral
 
1
«Frenar en el corto plazo la sangría de destrucción de empleo». El Gobierno afirmó que el despido tenía que ser «el último recurso» y, para conseguirlo, planteó como medidas  la priorización del convenio de empresa frente a otros de mayor rango, además de limitar de nuevo a dos años el encadenamiento de contratos temporales, el fomento de los contratos a tiempo parcial para «mejor conciliación» del trabajo y los estudios o la familia y se regula el teletrabajo. El resultado en Burgos ha sido que si en junio de 2012 (mes previo a la entrada en vigor de la ley) había en Burgos 29.329 personas registradas en las listas del Servicio de Empleo Público Estatal (Sepe, antiguo Inem), en octubre de 2014 fueran 29.643 los parados apuntados a esas listas: 312 más que entonces.
 
2
«Poner las bases para la creación de empleo estable cuanto antes». Con el objetivo de que el aspirado crecimiento económico se tradujera «rápidamente» en creación de empleo. La población de Burgos ocupada ha caído en 3.200 personas entre el segundo trimestre de 2012 y el mismo período de 2014, según datos oficiales obtenidos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Frente a los 152.200 personas que trabajaban antes de la reforma, ahora son 149.000 quienes tienen empleo.
 
«Apostar  por el empleo de calidad que rompa la dualidad del mercado de trabajo». Se pretendía en este punto «hacer más atractiva la contratación indefinida» mediante la aplicación de una indemnización por extinción del contrato indefinido de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades y de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades en caso de despido procedente. Entre enero y junio de este año se firmaron 3.996 contratos indefinidos y en el mismo período de 2012 fueron 3.596. Son 400 más. Sin embargo, en el mismo tiempo de 2014 se han tramitado 48.432 contratos temporales y 42.971 en 2012. Es decir, 5.461 más. Sobre un total de 52.428 contratos, quiere decir que la temporalidad sigue sumando un 92,3% de toda la contratación. Esto es, el cambio es imperceptible.
 
«Poner en marcha mecanismos efectivos de flexibilidad interna en las empresas para promover el mantenimiento del empleo». El Gobierno afirmó tener confianza en que «empresas y trabajadores superen juntos la crisis». ¿Cómo? Incentivando la reducción de salarios, jornadas o suspensiones temporales del empleo para ajustar la producción a la demanda. Es decir, mediante la aplicación de Expedientes de Regulación de Empleo que han caído de 268 (y 2.897 trabajadores afectados) en el primer semestre de 2012 a 118 (con 1.136 trabajadores afectados en el mismo período de 2014.
 
5
«Modernizar la negociación colectiva para acercarla a las necesidades específicas de empresas y trabajadores». Se da la posibilidad de aplicar de manera prioritaria el convenio de la empresa frente al sectorial, se facilita a las empresas «en dificultades» la posibilidad de «no aplicar el convenio de ámbito superior» y también hay un plazo máximo de vigencia de dos años desde la denuncia del convenio.
 
6
 «Elevar las oportunidades de las personas desempleadas, con particular atención a los jóvenes y los parados de larga duración». Este objetivo está muy relacionado con otro que pretendía «apoyar a los autónomos y pequeñas y medianas empresas». Para abordar ambas cuestiones se acordó aprobar bonificaciones para las pymes que contrataran a jóvenes o a mayores de 45 años, que oscilaban entre los 3.000 y los 4.500 euros. A esto hay que añadir la denominada «tarifa plana» para fomentar la contratación o el Plan de Garantía Juvenil, que impuso la Unión Europea y del que todavía no hay datos por provincias. En cualquier caso,el pasado octubre había 2.745 menores de 25 años inscritos en el paro y en junio de 2012 eran 2.928. Ha habido una reducción de 183 personas; cifra que habría que cotejar con las de emigrantes, porque son los jóvenes quienes emigran en masa.
 
Reconocer un nuevo derecho individual de los trabajadores a la formación».  Se reconoce de forma expresa el «derecho a la formación» y se han adoptado algunas medidas como el ya citado Plan de Garantía Juvenil con eficacia aún por probar. La Junta ha incrementado el dinero destinado a políticas activas de empleo, pero el Estado no. De hecho, lo ha reducido en toda la región.
 
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Reconocer un nuevo derecho individual de los trabajadores a la formación».  Se reconoce de forma expresa el «derecho a la formación» y se han adoptado algunas medidas como el ya citado Plan de Garantía Juvenil con eficacia aún por probar. La Junta ha incrementado el dinero destinado a políticas activas de empleo, pero el Estado no. De hecho, lo ha reducido en toda la región.
Fuente: Diario de Burgos