domingo, 1 de mayo de 2016

LA MALA GESTIÓN DEL ALCALDE PUEDE HACER DESAPARECER EL IMC

Lacalle propone eliminar el IMC para acabar con sus «problemas de gestión»

H. J. / Burgos - sábado, 30 de abril de 2016
Agilizar personal y presupuesto. Veinte años después de su fundación, «impide la gestión transversal» de la plantilla y además crea dificultades presupuestarias
Otro organismo autónomo acaba de caer en el punto de mira de los responsables municipales. Y esta vez no solo en el de la oposición, siempre crítica con la denominada «administración paralela» sino que se trata del propio alcalde. Javier Lacalle quiere acabar con el Instituto Municipal de Cultura e integrarlo en el organigrama general del Ayuntamiento.
En los últimos meses el IMC se ha visto envuelto en polémicas a raíz del ‘caso Gómez’ y de la paralización política generada como consecuencia indirecta. El alcalde desvincula su decisión de estos problemas, pero admite que ya no tiene la agilidad que justificó su creación y el regidor está convencido de acabar con él.
«Podemos potenciar mucho más la cultura gestionándola directamente desde el propio Ayuntamiento creando el oportuno servicio con sus distintas secciones, como tenemos en estos momentos en otras áreas», explica Javier Lacalle. El Instituto se creó hace ahora 20 años de la mano del entonces concejal José Sagredo. «Se hizo para proporcionar una mayor agilidad y en ese momento pudo prestar su servicio» pero hoy «ante los últimos cambios normativos genera más problemas de gestión», relata.
El máximo responsable municipal cita la Ley de Racionalización y la modificación llevado a cabo en las Bases de Régimen Local de finales del año 2013. «Ahora este organismo autónomo no agiliza prácticamente casi nada». Más bien al contrario, explica el alcalde, impide la existencia de «recursos humanos transversales», como por ejemplo la utilización del personal municipal cuando se necesite para echar una mano en el IMC o viceversa teniendo en cuenta además las restricciones en la contratación que ha impuesto la crisis. Y relata también problemas a la hora de «contabilidad y presupuesto», pues funciona con sus propias partidas que se aprueban de forma separada respeto a las cuentas generales.
Lacalle relata que lo ha «meditado mucho en los últimos tiempos», que se trata de una cuestión hablada «con los servicios técnicos y con nuestro propio equipo», y que su objetivo es que entre en vigor a partir del 1 de enero de 2017, pensando ya en un nuevo ejercicio.
Dada la situación de minoría en la que gobierna el Partido Popular, una propuesta de este tipo deberá contar con el apoyo de al menos una parte de la oposición, pero el regidor confía en no tener muchas dificultades para sacarlo adelante porque recuerda haberles escuchado planteamientos en esta misma línea «a Ciudadanos y al propio Partido Socialista».
La plantilla actual Instituto Municipal de Cultura ronda las 100 personas, de las cuales aproximadamente dos tercios son funcionarios y el resto laborales. No solo se compone de quienes trabajan en el Teatro Principal, sino que tiene un buen número de subalternos, incluye también a los auxiliares de las diferentes bibliotecas o al personal que trabaja en el archivo de Castilfalé, así como técnicos en turismo e incluso personal de limpieza.

Adiós también a Fomento
 
La supresión del IMC iría en paralelo a la ya prevista para la Gerencia de Fomento, que en su día se denominaba de Infraestructuras y Urbanismo y que durante ocho años encabezó el propio Javier Lacalle antes de convertirse en alcalde. En el caso de esta gerencia es aún más duro, pues considera que «nunca» ha tenido un verdadero sentido «porque no funcionaba como un verdadero organismo autónomo». En ambos casos el equipo de Gobierno pretende empezar a preparar los trámites de su desmantelamiento en torno al verano para concluirlos a final de año e incorporarlos al presupuesto de 2017.
Fuente: Diario de Burgos